El cuerpo se manifiesta de muchas formas cuando algo no funciona correctamente. Las causas del cansancio pueden ser diversas, pero hay una que no suele tenerse en cuenta y, por lo tanto, es más difícil reconocer el origen del desgano. La fatiga por azúcar es la somnolencia o “bajón” de energía luego de consumir y se da cuando se produce un pico de glucosa y una posterior caída brusca.

Golpes de calor: ¿cómo deben cuidarse las personas con diabetes?

Este desequilibrio metabólico se da por un consumo excesivo de carbohidratos y afecta incluso a las personas que tienen una vida activa y una dieta nutritiva y saludable. Pero oculta un alto riesgo de desarrollar diabetes, hipertensión e incluso acelerar el envejecimiento, según una entrevista de InfoSalus al médico especialista en diabetes Satoru Yamada.

Yamada explica que la sintomatología más común de la fatiga por azúcar es sentirse somnoliento o cansado después de comer. Otros indicadores son sentir hambre al poco tiempo de haber comido, pesadez detrás del cuello o perder la concentración. También se producen síntomas emocionales como mayor facilidad para enfadarse.

Causantes silenciosos de la fatiga por diabetes

Incurrir constantemente en un consumo excesivo de carbohidratos produce aumento de la glucosa y su posterior descenso brusco. Es que en el día a día incorporamos hábitos que consideramos saludables, pero que realmente no lo son. Tener una salud más cuidada implica aprender a reconocer esas prácticas que inconscientemente aplicamos creyendo erróneamente que aportan beneficios.

Entre estas prácticas, Yamada destaca que hay que tener cierto cuidado en el desayuno, por ejemplo, con la ingesta de fruta. Estos alimentos son ricos en fructosa, lo que se convierte en triglicéridos rápidamente y facilita el desarrollo de obesidad e hígado graso. Otro hábito perjudicial es el desayuno de smoothies o batidos porque tienen un alto contenido de azúcares.

¿Qué desayunar para evitar la fatiga por azúcar?

Yamada recomienda incluir alimentos con grasas y proteínas en el desayuno y disminuir el consumo de carbohidratos. Entre los alimentos con grasas saludables se incluyen los frutos secos, una de las tendencias favoritas para el desayuno. Nueces, almendras, pistachos y avellanas son buenas opciones para la primera comida del día. También las semillas como la chía o el pescado azul.